El cerebro es el centro de control del cuerpo humano. Es el que da al resto del cuerpo las instrucciones para andar, comer, hablar,… gracias a él, pensamos, regulamos nuestras emociones y sabemos comportarnos en sociedad. Nos ayuda a planificar nuestro día y a memorizar lo que nos ocurre. Si se daña, es esta preciosa mecánica del cuerpo humano la que sufre desarreglos.
Las secuelas de un traumatizado craneal no siempre son aparentes en un primer momento, a diferencia, por ejemplo, de un tetrapléjico que se desplaza en silla de ruedas: por ello, a menudo se dice que se trata de una deficiencia invisible.
Pero estas secuelas no son invisibles para los allegados que conviven cada día con el traumatizado craneal. Son muy diversas, para que se hagan una idea:
- Desórdenes cognitivos, denominados de «funciones ejecutivas» (antes se denominaban desórdenes frontales ya que aparecían con frecuencia tras una lesión de la parte frontal del cerebro). Por ejemplo, el traumatizado craneal puede tener dificultades en la planificación de una tarea o comprobar que se ha ejecutado de manera correcta, o cambiar de estrategia en caso de fracaso, o incluso tendrá dificultad en el cumplimiento de dos tareas al mismo tiempo;
- Gran fatigabilidad: es un desorden muy común;
- Desórdenes del lenguaje: afasia, o al contrario, fluencia verbal;
- Desórdenes de la memoria: imposibilidad de recordar un acontecimiento o restituirlo de manera espontánea. Algunos lesionados cerebrales pueden perder la capacidad de reconocer los rostros.
- Negligencia unilateral: el traumatizado craneal ignora una parte del campo visual, en particular, el lado izquierdo (aunque en los niños, en ocasiones, es el campo derecho). Es un desorden muy particular de la atención;
- Desórdenes de comportamiento: tras el accidente, la víctima puede ser muy pasiva e incapaz de tomar una iniciativa o al contrario, muy desinhibida. Puede llegar incluso a ser agresiva y pronta a comportamientos compulsivos;
- Y toda una lista de otras secuelas como anosognosia (ignorancia de su propio estado), dificultades de locomoción o de coordinación fina de movimientos, problemas de visión, pérdida del gusto y el olfato, etc.
Las víctimas de traumatismos craneales necesitan asistencia de abogados y médicos especializados.
A menudo, un traumatizado craneal que sale de un coma se despertará en una cama de hospital sin saber por qué se encuentra en ella: el impacto habrá borrado todo recuerdo del accidente. Es un momento muy difícil, como también será la constatación, para él y para sus allegados, de que se su vida ha dado un giro y que ya no volverá a ser como antes.
El traumatizado quedará a cargo del equipo médico y proseguirá con un período de reeducación y posterior readaptación. Lamentablemente, un traumatizado craneal sale del entorno controlado de los equipos médicos cuando regresa a su casa poco después del accidente: se encontrará a su suerte.
Para disfrutar de la mejor indemnización posible, la víctima deberá seguir los consejos de un abogado que no solo esté especializado en la indemnización de daños personales sino que también esté familiarizado con las especificidades del traumatismo craneal.
Este abogado deberá ser capaz de trabajar con miembros de un equipo profesional cuya intervención permita delimitar mejor el alcance de las secuelas – que con frecuencia no son fácilmente reconocibles como ya se ha dicho – y ser capaz de recomendar a otros profesionales. Así, será posible obtener una mejor indemnización. La asistencia de un médico especializado es indispensable para aconsejar a la víctima y asistirla durante los exámenes médicos. El abogado velará por orientar, si fuera necesario, a su cliente hacia un neurosicólogo, un siquiatra, un ergoterapeuta u otro profesional si fuera necesario.
Si la víctima se convoca a reconocimiento médico
Si la víctima se convoca a reconocimiento por un médico nombrado por la compañía de seguros del responsable del accidente (o por un organismo como la CIVI o la CRCI) no deberá acudir sola. Deberá recibir asesoramiento de su propio médico experto para garantizar que las secuelas sean tenidas en cuenta y se evalúen de manera correcta. Con demasiada frecuencia, las víctimas se presentan solas ante el médico experto.
El examen médico es una fase esencial en el proceso de indemnización del afectado por traumatismo craneal. Conviene distinguir bien este tipo de reconocimiento de los otros casos en que la víctima se somete a examen llegado el momento de su reeducación y readaptación (sea por el equipo médico durante la hospitalización o en el seguimiento del hospital de día, o por el médico laboral o incluso por el médico de la seguridad social, etc.).
Secuelas de un niño pequeño accidentado
Las secuelas de un niño pequeño accidentado son particularmente graves ya que implican lesiones cerebrales más importantes. Debido a su tierna edad, la víctima deberá tener un seguimiento del despacho de abogados a largo plazo, en torno a unos veinte años.
VAN TESLAAR AVOCATS podrá recomendar el médico especializado que asistirá a la víctima del traumatismo craneal en los reconocimientos y delegará en un miembro del despacho para asistir también a los exámenes. El despacho cuenta con abogados con el diploma interuniversitario «Evaluación de los Traumatizados Craneales».